El trabajo que hacemos sobre nuestra relación con el dinero nos invita a revisitar el camino recorrido y preguntarnos constantemente –ya sea para redirigir el curso de nuestras acciones o para confirmarlo– ¿qué quiero?
Vuelvan a sus Panoramas básico, cómodo y magnífico. Fíjense en las emociones que cada uno tiene en el centro de su construcción, y cómo se han imaginado que las pueden expresar –con qué actividades, relaciones y objetos–.
Noten si su Panorama actual se ha movido entre uno y otro, ya sea por las emociones, actividades o ingresos. Después, visiten sus Panoramas de corto, mediano y largo plazo para ver si es necesario un ajuste.
Pueden aplicar el Fondo Decembrino o la Colección de Pagos para mayor claridad.
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