Ana
Mi formación de artista visual no incluyó nada de educación financiera, como suele pasar con las carreras de arte, ciencia y humanidades.
Pasé años sin saber cómo y cuánto cobrar por mi trabajo. Cuando mi carrera comenzó a salirse de la idea que tenía de "artista", fue aún más difícil entender cómo lo que hacía se relacionaba con el mundo y cobraba valor.
Ahora puedo decir que trabajo con narrativas personales, y después de 6 años de experiencia, entiendo lo importante que es poder contar nuestra historia con el dinero e integrarla a nuestra historia de vida.
Sebastián
Cuando terminé de estudiar medicina me enfoqué en desarrollar un proyecto social muy ambicioso. Un camino de cuatro años de estudio, experimentación y fracasos.
Después, casi por azar, comencé un proceso de trabajo con mi relación con el dinero. Descubrí que mis propios bloqueos y negaciones con el dinero saboteaban el proyecto. Pensaba que el dinero era algo “malo” por sí mismo, algo que contradecía el bienestar social y que, además, nada tenía que ver con la salud; craso error.
Ahora no me quedan dudas: comprender nuestra relación con el dinero implica un acercamiento directo a la salud y el bienestar de forma integral; es una forma práctica y satisfactoria de construir comunidad y resiliencia social.